El laberinto del comercio internacional no es para todos. Es un ámbito reservado para aquellos que poseen las claves correctas, o en este caso, los criterios adecuados. Entonces, ¿qué se necesita para ser elegible para la codiciada Visa E-1? Veamos los detalles.

En primer lugar, la nacionalidad juega un papel crucial. Como se mencionó anteriormente, la Visa E-1 se otorga únicamente a ciudadanos de países con los cuales Estados Unidos comparte un Tratado de Comercio y Navegación. Este tratado es la base de la Visa E-1, delimitando quiénes pueden ingresar al ámbito del comercio internacional.

Una vez superado el obstáculo de la nacionalidad, pasamos al concepto de ‘comercio sustancial’. Este término, por más vago que parezca, implica fundamentalmente un flujo continuo de artículos comerciales importantes, que implica numerosas transacciones a lo largo del tiempo. No se trata de alcanzar una cierta cantidad de dólares, sino más bien del volumen y continuidad del comercio. La clave aquí es la consistencia, ya que el comercio debe ser continuo.

El comercio en cuestión también debe ser predominantemente entre Estados Unidos y el país del tratado en cuestión. Esta es una condición crucial: la mayoría del volumen total de comercio realizado por el individuo o la empresa debe ser entre Estados Unidos y el país del tratado. Las autoridades estadounidenses examinarán la orientación del comercio, asegurándose de que cumpla con esta disposición.